Hoy Giani Vattimo publica en El País un interesante artículo en donde habla acerca del problema que la religión institucional representa para las sociedades abiertas. Vattimo se apoya en la frase nietzscheana de "Dios ha muerto" en el sentido de verdad absoluta. Las instituciones religiosas consideran que son las portadoras de La Verdad y obstruyen el diálogo en una sociedad plural. Vattimo apuesta a un alejamiento de éstas de la escena terrenal para permitir que sean los Estados quienes decidan sobre sus leyes. Aceptando que la institución de la Iglesia católica ha sido un importante motor de la civilización, Vattimo también hace notar que hoy se ha vuelto un obstáculo para la libertad. "Tengamos en cuenta que la Iglesia se opone a leyes que no obligan, sino que sólo permiten la decisión personal en estos asuntos. Deberíamos preguntarnos de qué lado está la civilización."
La tesis básica de Vattimo es que como en Nietzsche, las religiones morales están y merecen estar muertas, pues "desde dentro de la sociedad cristiana y católica de Europa, es fácil ver que son muy pocos los que observan los mandamientos de la moral cristiana oficial."
Y no es que Vattimo reniegue de la religión, sino que apunta a la muerte de la imposición de los valores morales religiosos: "Lo que está muerto, en un sentido más profundo, son las religiones "morales" como garantía del orden racional del mundo."
El poder de la institución religiosa, en particular de la Iglesia católica se exhibe hoy como intolerante y conflictiva pues "ya no contribuyen a una existencia humana pacífica ni representan ya un medio de salvación. La religión resulta un poderoso factor de conflicto en momentos de intercambio intenso entre mundos culturales diferentes."
El poder de la institución religiosa, en particular de la Iglesia católica se exhibe hoy como intolerante y conflictiva pues "ya no contribuyen a una existencia humana pacífica ni representan ya un medio de salvación. La religión resulta un poderoso factor de conflicto en momentos de intercambio intenso entre mundos culturales diferentes."
Vattimo apuesta al fin de las creencias institucionalizadas pues cierran el diálogo interreligioso y al diálogo civil: "Hace poco, el Papa repitió su idea constante de que la verdad no es negociable. ¿Ese "fundamentalismo" es sólo característico del catolicismo, o de todo el cristianismo?"
Lo desconcertante es que mientras el filósofo italiano anuncia la muerte de las creencias institucionalizadas, surge en Europa la institucionalización del ateísmo a través del movimiento "probablemente Dios no exista". Pues como Vattimo dice "Mientras no se elimine el aspecto autoritario y de poder de las religiones, será imposible avanzar hacia el mutuo entendimiento entre las diversas culturas del mundo" y en consecuencia, sería muy peligroso que el movimiento ateo aspirase a convertirse en una Iglesia de los no creyentes, pues lejos de apelar a la libertad de creencias, apela a la autoridad de una creencia y con esto entra al juego de sordos.
1 comentario:
Estoy de acuerdo contigo G.
Creo que cuando el ateismo se institucionaliza no hace más que negarse a sí mismo....
por cierto, ya me gustaría ver cómo se recibiría un art como el de Vattimo en México! Nos falta mucho para este tipo de apertura, creo yo.
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