En octubre pasado algunos nacionalistas austriacos recibieron una mala noticia, su líder Jörg Haider había sufrido un accidente de tránsito en el que perdió la vida. Haider, representante del llamado partido naranja de Austria, era un populista de ultraderecha que en varias ocasiones no escondió sus tendencias racistas y antisemitas. Perdió la vida al correr en una calle a más de 140 km/hr en un auto oficial. Alrededor de su muerte se especuló también que Haider había bebido antes de conducir y hasta se dijo que venía de un "bar gay".
Haider quien fungió hasta su muerte como líder del patido nacionalista y conservador Bündnis Zukunft Österreich BZÖ, consiguió los mejores resultados para éste, aún después de su muerte. Ayer se celebraron elecciones en su ciudad, Kärnten, en donde el fantasma Haider recorrió las calles y obtuvo cerca de un 45% "Una victoria del más allá" dicen las primeras planas austriacas de hoy.
Este racista y xenófobo recibió un reconocimiento sui generis: un puente! Ajá. Desde septiembre el puente que va de Bleiberg a Ruden sobre el río Drau en su natal Kärnten lleva el nombre de Jörg-Haider-Brücke. Vaya metáfora!
Si algo no hacen los fundamentalistas es construir puentes...
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