Muchos pensamos que Eduardo Romero Hicks, el presidente municipal de Guanajuato, estaba francamente loco (y autoritario) por querer prohibir y sancionar los besos -en la ciudad del callejón del beso!?- Pero como siempre sucede, resulta que no es el único en este mundo al que se le ocurren este tipo de limitaciones a la libertad:
En Warrington, en el noreste de Inglaterra se ha prohibido, también, besarse. Resulta que con la renovación que sufrió la estación, el gobierno ha pensado en todo por mejorar la zona y dejarla modernísima y acabar con el tráfico.
Para ello se han instalado enormes letreros de "zona libre de besos" y es que lo que quieren prohibir no son los besos apasionados de dos enamorados cursis que pasean por los callejones, sino aligerar el tránsito.
Pues los lugares de estacionamiento son solamente para paradas momentáneas, y quieren evitar las laaaargaaaas despedidas de amantes que viven lejos.
Pues los lugares de estacionamiento son solamente para paradas momentáneas, y quieren evitar las laaaargaaaas despedidas de amantes que viven lejos.
Un taxista apoya la medida: "esas largas despedidas son inútiles. Tenemos que decirle siempre a la gente que se apure pues tenemos que dejar el espacio pues sino son 30 pounds de multa."
Sphere: Related Content
No hay comentarios:
Publicar un comentario