Una reflexión sobre el primer candidato negro

En realidad ya no quería postear nada más acerca de ayer, pues ya van 4 posts del asunto y si lleno de información el sitio hay cosas que se quedan sin ver o leer.
Desde hace un par de horas he estado leyendo en blogs y sitios las impresiones acerca de ayer, pues debido a la diferencia de horario estoy atrasada y no "viví" lo que anoche sucedió. me fuí a dormir cuando a Obama le faltaban 10 delegados y todavía no cerraban las casillas.
Para muchos lo que ayer sucedió puede significar solamente el triunfo de un candidato en una ruda y larga pre-campaña, pero en realidad, el hecho de que hoy uno de los dos candidatos fuertes sea un afro-americano es un hecho sin precedentes que debe celebrarse y comprenderse.

Entré al Blog de Andrew Sullivan, The Daily Dish y lo primero que se lee es este comentario:

"A reader writes:

My grandfather, 86 years old and a veteran of WWII, just gave me a call. He was calling all of his grandchildren to let them know what an important night this was in the history of our country.

Grandpa drove a truck for over 50 years, and he told the story of how he drove with a team of drivers, 2 white (including him), and 4 black. When they stopped at the truck stops, the black drivers had to use seperate restrooms and showers, and had to eat in a small room in the back of the kitchen. Grandpa and his co-driver would eat in the back with the rest of the team, and while they didn't speak of it at the time, they knew it was wrong yet felt powerless to change it, and believed that it would never change.

Tonight, he told me, we have come full-circle. Many people, especially the younger generation who supported Obama, will never fully realize the historical import of what happened tonight. But he wanted his grandchildren to know this story that he had never told us, and it was the second time in my 33 years that I have heard my grandpa cry. "

Lo primero que me recordó fue una historia muy parecida a ésta, solo que quien viajaba no era un blanco norteamericano, sino un mexicano, mi papá. Mi papá, viajó desde México hasta Nueva York en autobus por ahí de 1963, y como siempre dice, pasé por aquél "Mississippi en llamas" y no lo sabía... Nos ha contado muchas veces cómo vivió esta división de la que habla el lector, comedores separados, bebedores separados, lavabos separados, asientos en los autobuses separados.

Me ha contado esta historia varias veces, y es probable que él, así como el abuelo del lector de Sullivan y toda la gente que vivió esta división tremenda de los seres humanos, comprenda mucho mejor la dimensión de lo que ayer sucedió, pues afortunadamente muchos otros no hemos vivido esta tajante división del mundo y no hemos tenido que clasificarnos y dejar que nos clasifiquen para tomar asiento en un comedor.
Mi papá, de piel morena, se sentaba a veces en el apartado para negros, y a veces en el apartado para blancos, pues a sus 16 no sabía cómo clasificar su color de piel, pues para un lado estaba muy claro y para el otro muy oscuro...En realidad nunca se dió cuenta que no se trataba tanto de la clasificación, sino de la diferencia. Del valor o la jerarquía de un ser humano frente a otro, y esto es lo tremendo.
En el camino conoció a un paisano, de piel "más morena" que él, conversaron, en la siguiente parada se sentaron juntos a comer en el área para blancos, allí, el paisano fue golpeado por atreverse a violar las reglas de la jerarquía humana, lo corrieron a patadas del área reservada para aquellos cuya piel pasara la prueba de blancura. Su falta: no saber qué color de piel tenía. Mi papá hasta la fecha sigue dudando a qué clasficación pertenecía. Qué es blanco y qué es negro? Qué es el color de la piel? El razonamiento era sencillo: entre más oscuro, más inferior.

Hoy Obama ha roto una barrera más, como la valiente Rosa Parks, se sentó en el asiento de enfrente. Nadie puede atreverse a decir que por este hecho la discriminación ha acabado. La discriminación continúa, la vemos todos los días, en todos lados, no sólo en los Estados Unidos, en México mismo. En mi país también nos autoclasificamos y jerarquizamos, los mexicanos todos, no nos sentimos iguales todos. Hay unos que no son como uno, y otros que no son como los otros, los mexicanos nos discriminamos y esperamos que "los otros" se bajen de las banquetas o nos hablen de usted, con respeto, porque no somos iguales, porque nos deben respetar. Por favor déle las pantuflas "al señor", dígale a "la señora" que llamé. Qué va a querer "güerita"? "Se me fue la sirvienta, qué voy a hacer?" En México, hoy, en 2008 existe el racismo, la discriminación y la esclavitud.

El color de nuestra piel sigue siendo un factor de división entre los seres humanos, el prejuicio más grave que puede haber entre individuos de la misma especie. Ojalá y aprendamos una lección: los seres humanos nos distinguimos por nuestras capacidades, nuestro carácter, nuestra simpatía, nuestra historia, nuestra vida, nuestros errores y nuestros logros. Pero no por nuestro origen, nuestro color de piel o nuestra fe.

De nuevo: para votar por un candidato hay que observar su capacidad y no su género ni su color de piel.

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