Bonjour Russland! Au revoir Düsseldorf...

El viernes pasado como parte de mi ritual de despedida de Düsseldorf fui a la maravillosa exposición de arte moderno Bonjour Russland en el Museum Kunst Palast. Esta exposición temporal presenta obras de arte francés y su influencia en la pintura rusa entre finales del Siglo XIX y principios del XX. Se exponen obras maestras de los cuatro grandes museos rusos: el Museo Estatal Hermitage y el Museo Estatal Ruso en St. Petersburgo, así como del Museo Estatal Pushkin y del Museo Estatal Tretyakov Gallery en Moscú, mismas que en su mayoría provienen de al menos dos coleccionistas moscovitas importantes: Iwan Morosow y Sergei Schtschukin.

La museografía en la ciudad de Düsseldorf es excelente. No es la primera vez que salgo de un museo con la sensación de haberlo comprendido todo, como si hubiera hecho un viaje a través de la historia del arte con maestro particular. Así se saborea mucho más el paseo por las salas y pasillos de un museo, se observan los cuadros, no nada más se ven. La exposición está organizada de tal forma que las piezas hablan por sí solas. Y claro, la tecnología no puede faltar, además de las visitas guiadas, puedes rentar unos audífonos enchufados a un receptor que parece una calculadora. A un lado de cada pintura o en la entrada de cada sala, aparecen números que debes introducir en el receptor, y voilá! allí tienes un guía particular quien además, después de darte una buena explicación sobre algunos de los cuadros, te deja con música de la época. A mi me tocaron piezas de Saint-Saens y de Strawinsky. Aunque para mi gusto el receptor debería tener la posibilidad de reproducir música todo el tiempo.

Respecto de los precios, debo decir que en términos alemanes, son bastante decentes. Con tarjeta de estudiante la entrada cuesta 7.50€ (lo mismo que un boleto del cine), los audífonos con precio para estudiante también cuestan 3€ y el guardaropa, fundamental en época de frío, cuesta 1€. Es decir, una visita a esta exposición cuesta lo mismo que ir a ver Die Hard 4 con una coca grande.

A la entrada de la primera sala te topas con este cuadro de Ilja Repin, sobre la Revolución Rusa de 1905:



Este cuadro de Repjin representa el triunfo de la Revolución del 17 de octubre, con la que se introducen algunos Derechos Fundamentales y el Parlamento Ruso.
La influencia del arte francés en el Ruso tiene mucho que ver con el ideal democrático y revolucionario. Durante la década de los 60´s (del siglo XIX) hay en Rusia un despertar del sentimiento nacional, una necesidad democrática y liberal, comienzan los movimientos populares que culminarían después con la Revolución que Repin representa en este cuadro que adorna toda la pared izquierda de la sala.

Esta representación de júbilo nacional de Repin, me recordó esta otra de Monet que NO se encuentra en esta exposición:



La escenas de la mitología europea y la influencia de Francia son muy evidentes en el arte moderno ruso.
En 1863 se crea el grupo de artistas rusos denominado los Peredvizhniki (los itinerantes). Este grupo formado por pintores realistas protestaba en contra de las restricciones académicas. Se ocupaban de representar o criticar los problemas nacionales y sociales.



Avanzando por sala me encontré con tres pintores del impresionismo: Renoir, Monet y Manet. Las obras exhibidas son: Im Garten, Schenke y Teich in Monetgin respectivamente. Los impresionistas optan por las formas y colores, en rebeldía contra el realismo y el desarrollo de la fotografía, sin saberlo, más tarde con ello darían vida al arte abstracto. Por ejemplo Monet con Kandinsky a quien, me encontré casi al final de la exposición.



De Paul Cèzanne hay dos obras, las dos sobre el mismo objeto: el Mont Saint-Victoire uno de 1898 y otro de 1906 con diferentes técnicas, esta segunda obra de Cèzanne viene a formar parte ya del post impresionismo. Estas obras tuvieron una gran influencia en el arte ruso.
El coleccionista Schtschukin tiene preferencia por artistas como Cèzanne, Degas o Van Gogh, quienes más tarde, forman parte ya del movimiento postimpresionista.
Ivan Morosow se interesó por Matisse y Picasso, de quienes se exhiben varias obras impresionantes. Quizá son mis pintores favoritos.

Todavía impresionista, Camile Pissarro con su Av. de L´Opera de Paris:



Encontramos después un Maurice Denis y un Edouard Vuillard con tonos rosas pálidos y aburridos en contraste con lo que después viene.

En el muro que divide la sala en dos, se encuentran dos cuadros de artistas rusos que resultan muy impresionantes.

Uno es un cuadro rectangular muy largo, que representa a León Tolstoi vestido como un campesino, una expresión muy fuerte en el rostro, es casi como una fotografía.
Este retrato es de Ilja Repin y aquí se reproduce solamente una parte. Es de cuerpo completo.


El otro es de Isaak Lewitan, se llama después de la lluvia en el río Volga. Este cuadro forma parte del movimiento paisajes de humor (mood landscapes).



Ambos cuadros forman parte del realismo Ruso.

En la segunda sala, dedicada a las colecciones de Schtschukin y Morosow te topas de frente con un Van Gogh, el retrato del Dr. Rey, algo que me llamó la atención es que el cuadro está firmado por Vincent Cules. Al menos en esa firma no logré leer Van Gogh.

De frente hay varios Gauguins, no es mi favorito, pero me gusta su mezcla cultural. A pesar de que se trataba de mujeres tahitianas puedes ver en ellas razgos africanos y hasta egipcios en los perfiles. Los tonos amarillo oro llamaron la atención a los artistas rusos, pues asemejaban a los íconos de la iglesia ortodoxa. Gauguin representa para Rusia el iconostacio.




En la pared izquierda se encuentra una obra de Henri Rousseau, el pintor de sueños. La obra que aquí se exhibe es El poeta y su musa, en realidad se trata de Apollinaire. Los cuadros de Rousseau siempre me han parecido mágicos.
En este caso me recordaron a los gordos de Botero.

Rousseau

Botero

Después, en el muro que divide la sala estaba "La Danza" de Henri Matisse una explosión de color, digamos, el honor al fauvismo. En este cuadro aparecen varias figuras desnudas bailando. De ellas solamente una muestra el rostro. Se dice que Schtschukin encargó esta pintura a Matisse para adornar su palacio. Muestra el gusto de Matisse por el arte primitivo, y es un hito en la obra de este autor. En el MOMA hay otra pintura igual.




Hay otros dos cuadros no menos impresionantes del mismo autor: la Stehende Zorah que se trata de una mujer en colores rosa y verde vibrantes. El Cuarto Rojo o armonía en rojo. Cuya historia es muy curiosa, pues cuando Schtschukin lo vió por primera vez, el fondo era azul y se interesó en comprarlo, pero Matisse respondió que todavía no estaba terminado.




Más adelante encontré el Chevalier X de Andrè Derain, cuyo rostro ya comienza a mostrar la influencia del movimiento cubista de Braque y Picasso.




Claro que después aparecen un Braque: el castillo de la Roche-Guijon de 1909, y la monumental Dryade de Picasso de 1908. Una figura angular realmente impactante, no solo por sus formas sino por sus colores, una giganta de barro cuyos muslos puedes acariciar, pues se salen del lienzo.



Después otro Picasso, la Campesina, de 1908 con un rostro vacío. Parece como tallada en madera, su rostro recuerda como en Gauguin las máscaras Africanas. A mi me recordó a Diego Rivera.



La tercera parte no me gustó mucho, en realidad. Está dedicada al empresario de Ballet Sergei Diaghilew. Ahí se pueden ver obras de Golowin, la bailarina roja de Maljawin, Las figuras de circo de Grigorjew y el retrato de una mujer de Altman ya con razgos cubistas.

La cuarta sala es en donde se resume la gran influencia del arte moderno francés en el arte ruso. La sala abre con pinturas de Gontscharowa y Larionow, pareja sentimental que de nuevo trajo a mi mente a Diego y Frida. Gontscharowa y Larionow, forman parte del Avantgarde ruso, pintan la realidad rusa, su la cultura y sus raíces. De Gontscharowa hay varias pinturas, pero una que me llamó más la atención representaba a dos campesinos, era un tanto bíblico, un tanto ícono. Esta imagen no la encontré.

Sigue el pasillo con otras obras de pintores rusos influenciados por el cubismo, por ahí se exhibe también el desmenuzado "la guitarra y el violín" de Picassso y el vendedor de Pescados de Tatlin.

Vuelta y aparece una gran sala. Del lado izquierdo en el muro hay tres cuadros. Uno representa un cuadrado negro, otro un círculo y otro una cruz. Los ignoro y sigo a la derecha, ahí está, finalmente, Chagall. De Chagall se exhiben solamente dos pinturas: El judío rojo y el paseo. Chagall es uno de mis pintores favoritos, lleno de símbolos, lleno de color, representa los cuentos de hadas populares rusos, representa la religión judía y la biblia, representa el Avantgarde, representa el fauvismo, representa el cubismo, pinta a su Bella... Chagall observa el mundo.

Aquí copio El paseo, de una pareja por el parque, el mantel es una típica mantilla rusa. Este cuadro está firmado en ruso.



A un lado, en otro muro, se encuentra la gigante composición VII de Wasily Kandinsky. Después de realizar varios estudios, Kandisky llega a esta obra: música plástica. Para él su pintura era la creación del mundo, era una sinfonía en donde cada color representaba un instrumento, la armonía del universo. Me recuerda a Bach en su intento de reproducir la armonía del universo con su música. Sería interesante recorrer la obra de Kandinsky con una fuga de Bach.




Después siguen varios pintores rusos cuya influencia del cubismo, del fauvismo y del futurismo italiano dan como resultado el cubofuturismo ruso.
Pinturas de una gran intensidad, como un caleidoscopio futurista, ciudades que para su época resultaban demasiado modernas, llenas de luz y color. Jamás me hubiera imaginado a la Rusia de principios del siglo XX con tanta publicidad neón, luces y colores.

Es digno de mencionarse el gran número de mujeres. Inclusive hubo en el Guggenheim de Berlín una exposición llamada las amazonas del avantgarde en donde se expusieron las obras de Alexandra Exter, Natalja Gontscharowa, Ljubow Popowa, Olga Rosanowa, Warwara Stepanowa y Nadeschda Udalzowa.

De Popowa me llamó la atención el retrato del filósofo. Se trata de una representación cubista de su hermano, quien probablemente publicaba la revista especializada que se ve en el cuadro.



Después aparece Moscú como a través del caleidoscopio de Aristarch Lentulow:


En la semisala siguiente, se encuentra esta pintura de Petrov-Vodkin, Los Jóvenes, que se asemeja a el Baile de Matisse. Recuerda así mismo tanto a los íconos como a los frescos.




Para terminar volvemos con Malewitsch, su Cuadrado Negro y el Suprematismo:
Definitivamente ya en esta parte de la exhibición estaba algo cansada, como tú ahorita si es que has leído y observado todo con atención. En la exhibición hay más de 120 pinturas. Malewitsch representa para algunos lo que Fukuyama a a la historia: el fin de la pintura. Con su cuadrado negro sobre fondo blanco quiere representar el todo. El Suprematismo reduce la pintura abstracta a una simplicidad geométrica. Es una crítica social.

Feel it...




Para Malewitsch, el Cuadrado negro sobre fondo blanco era el ícono de sus tiempos. Y así lo exhibió, en la esquina oriental de la sala, iluminado.

"El cuadrado negro sobre fondo blanco fue la primera expresión de la sensación vacía: el cuadrado es la sensación, el fondo blanco es la nada afuera de esta sensación".

"Das schwarze Quadrat auf dem weißen Feld war die erste Ausdrucksform der gegenstandslosen Empfindung: das Quadrat = die Empfindung, das weiße Feld = das Nichts außerhalb dieser Empfindung"


Suprematismo (Supremus No. 58)


Aquí se pueden bajar algunos otros cuadros de la exposición.

Después de una visita como estas, compré cuatro postales con las pinturas que más me gustaron:

Chagall, el Paseo
Moscú de Lentulow
Kandinsky, composición VII
Matisse, la Danza

Después cené con Thomas una pizza y una buena Chela, las últimas en Düsseldorf...

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